Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), logró a la primera su objetivo de proclamarse campeón del mundo de MotoGP en el Gran Premio de Tailandia, lo hizo como los grandes campeones, una nueva victoria y una ambición sin medida, acumulando nueve triunfos y catorce podios.

A Marc le era suficiente sumar dos puntos más que Dovizioso, acabar por delante de él, para ser campeón por octava vez, la sexta en MotoGP, pero según fue avanzando la carrera y se quedó solo debatiendo con Quartararo (Yamaha YZR M 1), el título ya estaba garantizado.

Márquez no es él si no pelea por la victoria. Él mismo lo reconoció en una conferencia de prensa “de no ser así no sería yo”, lo más espectacular de todo, es que se apreció cómo primero estudió a su rival, luego se probó él y finalmente probó de nuevo a su oponente, al que ya había derrotado en la carrera de San Marino.

Muchos podrán decir que se aprovechó de las “debilidades” de Quartararo, pero Marc copió casi la misma estrategia tanto de Misano Adriático (dejar hacer a su oponente hasta las últimas vueltas), como la de Buriram el año pasado (en el mismo sitio y misma vuelta, asestó el golpe definitivo a Dovizioso). 

Ya con el título ganado, quienes conocen al piloto de Repsol Honda, saben que de aquí al final, en Japón, Australia, Malasia y la Comunidad Valenciana, el ilerdense, como ya lo ha avisado, lo que buscará será continuar ganando.

Mi objetivo es conseguir acabar todas las carreras en el podio”, algo que ya ha manifestado en varias ocasiones, como “conseguir la triple corona para Honda” que es lo que también le gustaría ahora a Márquez.

Haciendo referencia a los títulos de constructores, que lidera Honda con 331 puntos, 77 puntos más que Ducati, en la clasificación de equipos el Repsol Honda se encuentra a 19 puntos de Ducati, al sumarse los puntos de los dos pilotos y en el caso de Márquez no ayudar mucho este año el rendimiento de Jorge Lorenzo.-